viernes, 29 de junio de 2007

LLEGÓ AQUEL DÍA NUEVO

Llegó aquel día nuevo que en sueños esperaba,
Llegó como el susurro del viento en la montaña
Que al besarme sereno, mi frente desvelada
Sintió su roce fresco, la paz hecha Betania.

Llegó aquel día nuevo, fragante cual aurora
De lirios y azucenas nacidos entre espinos,
Llegó aquel cielo mío, la tan ansiada hora:
El Árbol dio su fruto, la Cruz se hizo Camino.

Llegó aquel día nuevo del Vino generoso
Que en Sangre se derrama el día de la Boda,
Y así llegó a mi alma, la Voz del Dios Esposo

Que de la cruz decía: "entrega tu alma toda,
no temas que la noche te envuelva en sus antojos,
tu Ven y sólo Sígueme: tu vida quiero sola".

29-10-1990
Poesía hecha al acercarse
mi Ordenación Presbiteral

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