lunes, 28 de mayo de 2007

PENTECOSTÉS 2007

Ven oh Espíritu,
porque soy de carne,
porque veo con ojos de carne y toco con manos de carne,
y existo en un cuerpo de carne.

Ven oh Espíritu,
porque esta materialidad me ha vuelto tosco,
sordo, duro, frío, ciego ...

Ven oh Espíritu,
rompe las gruesas paredes de mi alma aprisionada,
déjame ver la luz por la ventana de mi existencia,
déjame respirar profundo porque dentro mío el aire se enrarece.

Ven oh Espíritu,
sopla el hálito de tu Vida,
aletea sobre mis cenizas,
y vuélveme espíritu para poder así
encender mi vida y purificar mi corazón.

Vuélveme espíritu:
liviano, puro,
dócil, incorrupto,
simple,
capáz de Dios,
alimentándome de la sola Palabra
que sale de su Boca.

Ven oh Espíritu,
y vuélveme espíritu
porque quiero VIVIR
PARA SIEMPRE...

NO SON DEL MUNDO

Déjame salir del mundo Señor, del mundo que no está fuera de mí sino dentro de mí, en esta cárcel lejana y solitaria que se fue haciendo con mis no-amores y con los barrotes diarios de mentiras y egoísmos.

Déjame no ser del mundo, del mundo de mis propias estupideces y vacíos, quejas e injusticias, caprichos e inmadureces y de esa reiterada incapacidad de amar, de ver, de relacionar.

Déjame salir del mundo Señor, de ese mundo loco que fabriqué con mis pecados, transgresiones, manipulaciones y cobardías.

Déjame salir de ese mundo Señor, en el que no río, no descanso, no soy feliz ni tengo paz, en el que ocupo un lugar y un espacio pero sin saber adonde dirigirme para ver la luz y la salida.

Déjame salir del mundo Señor, de estas cuatro paredes a las que llamé VIDA, CORAZÓN y AMOR.
Déjame salir de este mundo, el de mis propias leyes, de mis propios juicios y de mis propias absoluciones.

Déjame salir de este mundo encantado por la avaricia y la soledad, el hartazgo y la nada.

Déjame salir y tomar el aire puro de tu Evangelio sin fronteras ni asfixias
y servir para siempre a ese Reino que no tendrá fin...

CUANDO SEÑOR...

Cuando llegará ese día Señor en el que irrumpas indómito en las caballerizas de mi alma, en el que domes definitivamente este loco caballo salvaje que no deja de corcobearle a tu milenaria y soberana voluntad.

Cuando Señor irrumpirá tu luz por las ventanas de mi vida, ciégame Señor con esa Luz, déjame correr trás tu perfume, enamora cada fibra de mi alma, rinde en mí aquellas cuerdas que desafinan tu canto, borra en mí toda huella de tonta terquedad, libera aquellas golondrinas que anidan en los altos rocosos de mi espíritu, rompe como un mar embravecido las duras rocas de mi ignorancia y torpeza, desarma las pompas de jabón, los castillos de cristal, el hilo de oro de las sensualidades y los espejismos de las falsas caricaturas del amor.

Señor ten misericordia de mí, Tú, Agua Pura, Fuego Nuevo, Aire Fresco, Tierra Fértil, Tú, incansable caminante de mis territorios interiores, Tú, serenata interminable de jilgueros y zorzales, Tú, dulcísimo vino añejado en los toneles de mis fincas, Tú, infatigable amigo de este viaje en el que vivo.

Mientras tanto, mientras tanto Señor yo iré acercando leñitas al fuego y lo haré hasta que arda!.

SEÑOR

Señor de mis días, Señor de mis noches, Señor de la tierra, Señor de mis cielos, Señor de los soles que pueblan mis sueños, Señor de las lunas que giran mi suelo, Señor de la estrella que guía mi norte, Señor de las Pampas, Señor de los montes, Señor de los cantos de miles de mirlos, Señor de canciones de amor y de fiesta, Señor de los claros momentos de duda, Señor del oscuro momento de risa, Señor de los arboles cuajados de horneros, Señor de la ortiga, del cardo y del heno, Señor de azucenas, orquídeas y rosas, Señor de aromas, poesías y prosas, Señor de nostalgias, caminos y rondas, Señor de la infancia, la vida y las horas, Señor de distancias, paisajes y encuentros, Señor que en tu boca me besó tu aliento.

COMO DARTE PARA SIEMPRE, SEÑOR

Señor cómo darte para siempre lo que no podré apartar ni un segundo de mi vida, esa coraza y carozo de mi pobre hombre viejo que morirá sólo por el deseo de ser lo que no fue o no quiso ser.

Aquello que el Padre sólo pudo amar en Tí porque no encontró en nosotros ese lago calmo en donde ver su Rostro sin repliegues, aquellos por los que nosotros no podemos mirarlo sin que se enturbie la mirada.

El peso de un espejismo que nos sigue tirando en la arena que creemos oasis, la herencia del corral después de haber abandonado la casa paterna, el infierno que llamamos " el otro ", el haber cambiado el oro por los espejitos de colores, en fín y lo más doloroso el preferir esas aguas embarradas a la Fuente de Agua Viva, el morir de la sed más espantosa teniendo la vertiente más refrescante, respirar el aire más viciado, la atmósfera más asfixiante y el humo más contaminado y sentir de repente que mis ojos abiertos te ven y en tu sonrisa descansan después de tanta guerra.

LA FE, SEÑOR

Hoy me pregunto por qué hemos hecho de la fe algo tan patente, tan predecible, tan monótono, tan calculado, con pálidos reflejos de una copia de un original que ya no dice nada, con los estereotipos más inverosímiles y los eufemismos menos atrayentes, empolvando esta alta torre de ficción con el azúcar del poder, de la mediocridad y del doble discurso.

Señor ven a despertar la verdadera fe, aquella que no le pone barreras a las Bienaventuranzas, aquella que no admite componendas ni alianzas, aquella que no antepone su riqueza ante el Pobre de Nazareth, aquella que dobla feliz su rodilla ante el Evangelio que proclama, aquella que no se olvida de su tesoro más preciado: los pobres, aquella que dejó sus redes para seguir a un galileo, aquella que murió una tarde de viernes para resucitar gloriosa un domingo de Pascua.

YO QUIERO DARTE TODO, SEÑOR

Señor yo no quiero darte sólo un pedazo de mi vida.

La cola bailarina de un barrilete, las hojas abiertas de un alcaucil, lo restante, lo obligatorio, lo científico, lo estipulado, lo pactado, aquello sin lo cual mi vida podría seguir sin advertirlo, en definitiva aquello que no pasa por las más importantes arterias de mi espíritu, ni por las avenidas más transitadas de mi corazón, aquello que no hace a la esencia de lo que llamo " mi vida", mi mundo, mi historia...

Yo quiero darte ese todo sin lo cual lo otro se deviene en nada, ese amor genuino que no se desvanece como la oscuridad ante las primeras señales de la aurora. Ese amor que lo cambia todo, abandona todo, vende todo, esa perla, ese campo, se tesoro escondido, ese hallazgo por el cual Pablo llegó a llamar basura a todo lo restante, ese amor secreto, esa morada recóndita que el mundo no tiene porque no la conoce y por eso muere boqueando como un pajarito caído del nido, ese amor, por último, por el que valga la pena haber nacido...

AQUI ME TIENES, SEÑOR

Señor mío aquí me tienes en pleno viaje.

Mi centro y fondo como diría San Juan de la Cruz está quieto como un ojo de agua, esperando anclar este castillo de naipes que es mi vida en algo tan firme y atractivo que pueda interesarle a esta existencia mía tan amiga y tan hambrienta de fugaces amores pasajeros, tan cercana a fútiles pinceladas de placeres y tan sedienta de volátiles alegrías mundanales.

Aquí estoy intentando bajar de las escaleras del derroche, de las horas embriagadas de locuras, de las copas absortas de licores venenosos: tanta vida en tanta muerte!.

Aquí estoy sufriendo la espera de un amor de fuego que consuma las infinitas máscaras de un teatro por el cual transitan las escenas de mi vida.

Aquí estoy viejo Amor buscando herido y asombrado, deseoso de poder amar en Tí y sólo en Tí a todos aquellos amores que me prometieron lo que sólo Tú pudiste darme: mi dignidad.

DEJAME ORAR, SEÑOR

Señor, déjame orar con estos escritos, no puedo ahora llenar más mi mente y alma con cosas de afuera, al contrario siento tan lleno el corazón que necesito escribir para poder ordenar y acomodar tanta vida, tantos estantes llenos de historias sin digerir ni asumir, como si fuera en un tren que no me permite ver todo el paisaje.

En medio de este trajín déjame ordenar el amor, recuperar el espacio, abrir las ventanas, sacar a la luz lo que quedó atrapado en el olvido o en el dolor, aceptar aquella cruz y revivir aquella alegría, llenarme de la paz que da el silencio, escuchando sólo el reloj y unos ladridos lejanos, déjame recordar, volver a pasar por el corazón tantas sonrisas, tantos abrazos, tantas miradas.

No puedo rezar de otra manera más que callando y contemplando tu Rostro reflejado en mis aguas interiores cuando éstas se aquietan...

INDICAME EL CAMINO, SEÑOR

Indícame el camino que he de seguir ya que levanto mi alma a Tí, Señor.

Sí, Señor, enséñame tus caminos, porque ya me cansé de andar por los míos sin llegar a ninguna parte, desperdiciando tiempo, años, vida..., comiendo la tierra de caminos polvorientos, abrasado por un sol implacable, buscando deseoso una sombra amiga.

Enséñame tus caminos Señor, porque los míos se acortan y bifurcan, se entrelazan y confunden, se introducen en desiertos y pantanos, se hacen amigos de alimañas y tinieblas. Enséñame tus caminos Señor, porque en los míos sólo encuentro la huella de mis propios egoísmos, veleidades y caprichos.

Enséñame a poner mi pié en tu Huella firme y decidida, orientada sólo hacia el querer del Padre, hacia un jardín donde la espina del pecado no pudo inyectar su veneno y podrir las rosas, tu Huella Señor, la del Varón de dolores, sin sentimentalismos ni victimismos, sin espectacularidades ni discursos, tu Huella Señor, ensangrentada de Resurrección, herida de fragancia, crucificada de Vida, tu Huella Señor... la que me sigue indicando aquel camino que me hará verdaderamente libre...

jueves, 24 de mayo de 2007

Y NO ES REPROCHE

Es difícil entender tu amor callado,
necesario puerto de este amor anclado,
que te escapas como el agua de la fuente
y que huyes cual ladrón entre la gente.

Es difícil poseerte en tu mirada,
sostener entre mis manos esa brisa,
esperarte hasta las horas más deseadas
y soñar que me entreduermo en tu sonrisa.

Es difícil esperarte en la ventana,
boca abierta que en el beso de una noche
se hace día cuando llega la mañana
y descubre que no estás y no es reproche...

LA NOCHE II

La noche acurrucaba mis nostalgias,
su fresco serenaba mis cansancios,
en ella yo era otra de sus magias:
oscura noche de oscuros presagios.

Silencio y soledad hacen la ronda,
la paz se balancea en cada rama,
la calma hace a la luna más redonda,
y el corazón anhela a los que ama.

La noche es el secreto más divino,
en ella camuflados y dormidos
volvemos a lo oscuro del camino
y hallamos que una Estrella se ha encendido.

LA NOCHE I

La noche fue cayendo lentamente,
el día enrojecía su vestido,
estrellas, lunas, cielo, mares, fuentes,
y un viento que embriagaba los sentidos.

Un grillo violinista ensayaba
su eterna cantinela repetida,
el buho y la chicharra lo miraban
y un bichito de luz lo perseguía.

La brisa despeinaba girasoles,
los árboles de pié se entredormían,
la noche se mecía por las flores,
y estrellas relucientes resurgían.

La luna pavoneaba su elegancia
bañando su figura en el arroyo,
los juncos inclinaban su fragancia
y un nardo se elevaba en su pimpollo...

AL CRISTO DE DALÍ

Ayer yo ví tu cruz colgando desde el cielo,
tus dedos, tu costado, abiertos, desgarrados,
tu pelo se mecía mientras se abría un velo
y el mundo en su ironía miraba despiadado.

Y ví tu cuerpo entero de sangre salpicado,
tu boca lastimada, tus clavos, agujeros,
tu risa se moría, tus ojos ya cerrados,
tu cabeza inclinada, tu madre, tus anhelos...

La muerte merodeaba al hombre más humano,
tu espalda se llevaba mi cruz y sus pecados,
tu pecho se movía, temblaron tus dos manos
y un grito atragantado te vió resucitado.

CÓMO HAGO

Cómo hago para amarte vida mía,
si el amor se debiluta en tu mirada,
tren enérgico que al salirse de su vía
atropella sin piedad mi senda andada.

Cómo hago para amarte amor mío,
si la risa es tu refugio y tu partida
apareces y te marchas como un río
y amnezco con las luces encendidas.

Cómo hago para amarte sueño mío,
si en las noches aapacibles de verano
es mi cuerpo el que se pega a tus olvidos
y encuentra un adiós entre tus manos.

MIS RAZONES

Me dijiste Señor que viviría,
que no padecería muchos males,
que mi vida estallaría de alegría
con triunfos y trofeos celestiales.

Más no encuentro Señor tales victorias,
más aún sólo percibo las espinas
y aquellos dorados sueños de la gloria
se han quedado en el cajón de las vitrinas.

Y en ese terremoto de cuestiones
tomé un viejo crucifijo desarmado
y besándolo y llorando mis razones
encontré enrojecidas mis dos manos.

CARA A CARA

Quizás en una tarde no lejana
me encuentre con tu amor cara a cara
y en medio de una brisa soberana
tu beso me entreduerma hasta el alba.

Quizás en unas noches estrelladas
tu risa se entremezcle con la luna
y el canto de mi alma enamorada
te espere hasta morirse de locura.

Quizás en la mañana más soleada
tus ojos amanezcan en mi alcoba
y al ver la dulce miel de tu mirada
mi alma ya no tema quedar sola.

PIRUETAS

Cómo puedo pretender que me respondas
bravo río en el que nunca me sambuyo,
puedo acaso exigir que no te escondas
si te encierro en los castillos que construyo?.

Y te exijo que me grites desde el cielo
caminando sin tenerte en esta tierra
y al pedirte que derritas este hielo
el calor de tu exigencia me aterra.

Y así voy comiendo un fruto que perece,
descubriendo en el pecado mis piruetas
y mirando una luz que me enceguece
me descubro iluminado en tu silueta.

MORIR

Y así volví a sentir que estaba vivo,
que el agua me brotaba por mis palmas,
que un pájaro volaba hacia su nido
y el mundo estrenaba nueva alma.

Pensé que moriría de locura,
tan grande era el amor que presenciaba:
Un Dios que resucita de ternura,
decía en su mirada que me amaba.

No podía creer lo que vivía,
su Amor me traspasaba las entrañas,
mi casa era de rosas y alegría
y supe que nacía esa mañana.

RETRATO

Me siento renacer en los despojos
y dicen que sonrío en las mortajas,
las rosas sanan mis manos de abrojos
y venzo en las derrotas con ventaja.

Crezco en firmes arenas movedizas
y vuelo en cielos cubiertos de peligros,
me enciendo en campos sembrados de cenizas
y nazco en tierras donde nunca emigro.

Mis alas se renuevan en el vuelo,
mis ojos se agudizan en la noche,
mis pies corren seguros por el suelo
y mi alma resucita en cada choque.