lunes, 28 de mayo de 2007

NO SON DEL MUNDO

Déjame salir del mundo Señor, del mundo que no está fuera de mí sino dentro de mí, en esta cárcel lejana y solitaria que se fue haciendo con mis no-amores y con los barrotes diarios de mentiras y egoísmos.

Déjame no ser del mundo, del mundo de mis propias estupideces y vacíos, quejas e injusticias, caprichos e inmadureces y de esa reiterada incapacidad de amar, de ver, de relacionar.

Déjame salir del mundo Señor, de ese mundo loco que fabriqué con mis pecados, transgresiones, manipulaciones y cobardías.

Déjame salir de ese mundo Señor, en el que no río, no descanso, no soy feliz ni tengo paz, en el que ocupo un lugar y un espacio pero sin saber adonde dirigirme para ver la luz y la salida.

Déjame salir del mundo Señor, de estas cuatro paredes a las que llamé VIDA, CORAZÓN y AMOR.
Déjame salir de este mundo, el de mis propias leyes, de mis propios juicios y de mis propias absoluciones.

Déjame salir de este mundo encantado por la avaricia y la soledad, el hartazgo y la nada.

Déjame salir y tomar el aire puro de tu Evangelio sin fronteras ni asfixias
y servir para siempre a ese Reino que no tendrá fin...

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